miércoles, 24 de mayo de 2023

GIRO 43 BASTA YA DE PERDER LA CABEZA



Cuánto esfuerzo, tiempo y dinero gastados por unas curvas.
No estoy de acuerdo con la naturaleza humana de ver curvas y perder la cabeza.
Me opongo.
Me niego a someterme como incauto
a la fatuidad de personas poseedoras de curvas 
que, sabiéndose tales,
no han tenido la necesidad de hacerse de atributos del pensamiento,
piadosos o prácticos,
personas que van por la vida como pavo reales,
obnubilando a quienes las miran.
Me resisto con desprecio a la naturaleza primigenia
que acelera el corazón frente a las curvas,
pese a los supuestos avances de la humanidad.
Qué primitivos todos.
Individuos que por su esfuerzo han conseguido su fortuna
y luego son despojados de ella
o encarcelados por no medir las consecuencias
de lanzarse a unas curvas.
Seres talentosos esclavizados
por personas analfabetas 
y desagradables,
pero con curvas.

Preparativos juveniles,
nervios, permisos, ahorros...
Miradas callejeras,
indignación, desprecios, discriminaciones...
Insomnios...
Escándalos...
Arrepentimientos...
Ruina.
Basta ya de perder la cabeza por unas curvas.
Me rebelo ante el sobresalto natural de ver a una persona con curvas. 
Pasemos de largo.
Restémosle valor.
Ya no vale la pena.
Concentrémonos en la proyección de cualidades más elevadas o,
por lo menos,
que tengan un uso práctico.
Atendamos nuestra paz,
respetemos nuestra misión,
cambiemos nuestra historia.



jueves, 27 de abril de 2023

GIRO 42 LA PERFECCIÓN Y SU BÚSQUEDA, EL VÍNCULO Y LA POSIBILIDAD O DIOS PADRE, DIOS HIJO Y DIOS ESPÍRITU SANTO


 Alma y espíritu

El alma es la fuerza vital.

El espíritu es lo que nos distingue de los demás, lo que nos hace ser exactamente lo que somos a diferencia de los millones de personas que existen, han existido y existirán en el mundo. Cuando describimos individualmente nuestra forma de ser estamos describiendo nuestro espíritu. El significado de nuestro nombre propio es sobre todo nuestro espíritu.


Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Dios Padre es la perfección. La perfección del universo creado y la perfección que el hombre persigue de forma innata por ser, a su vez, parte de ella. El hombre que descubre y comparte su descubrimiento, científico o espiritual, a los otros hombres, los acerca al conocimiento de la perfección de la creación y los alienta al mismo tiempo a la búsqueda de la perfección como meta, ya no como entes individuales sino como humanidad. De esta forma, día tras día, el hombre descubre cómo explicar la perfección de lo creado caminando paulatinamente a ella como humanidad.

Dios Hijo nos indica el camino de la pervivencia de la humanidad, o sea, la pervivencia del hombre como ser grupal, como ser interrelacional. Nos da el conocimiento del vínculo que posibilita la  sincronía de todos los hombres del mundo para compartir el conocimiento de la perfección y caminar  para siempre hacia ella: el amor. El amor es cualquier acto o acción que promueva en la vida cotidiana la pervivencia de los hombres con miras al conocimiento de la perfección (como principio y como fin). El amor es el camino vital a la perfección.

El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesucristo. Hagamos el ejercicio de describir la forma de ser de Jesús de Nazaret, hijo de María y José. ¿Cómo era Jesús? Podríamos decir que era generoso, sabio, comprensible, amable, paciente, decidido, consolador, etc. Podríamos decir que las virtudes del Espíritu de Dios dichas por Isaías describen la forma de ser de Jesús (sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, y temor de Dios. Isaías 11, 1-2). Jesús reúne en su persona las virtudes humanas, es único e irrepetible, como cada uno de los hombres de la historia, pero nos concede su Espíritu, es decir, la posibilidad de ser como Él. No imitadores ni, mucho menos, impostores de Él, sino otros Él, interrelacionados en la constante búsqueda de Dios, de la perfección de la creación y de la perfección como destino y meta.



jueves, 3 de junio de 2021

GIRO 39 LOS PROFESORES DEL CAOS

 A todos los padres nos interesa mucho saber qué personas estarán a cargo de la educación de nuestros hijos en la escuela. También se suele reflexionar sobre la idoniedad de la persona que los podría cuidar en casa si nos tuviéramos que ausentar algunas horas.
Existen carreras universitarias especializadas en educación y suele suceder que los maestros son especialistas en su materia, por lo menos así pensamos que debería ser y así nos gustaría. De los profesores esperamos preparación, experiencia y buenas maneras.
Incluso, los medios de comunicación clasifican los contenidos que emiten, quizá por no atentar contra las leyes, más que contra la buena salud mental de los niños, hasta hay ocasiones que se habla de censura.
Queremos buenos profesores, nos hacen falta, y nos gustaría mucho que los niños, los  jóvenes y cualquier miembro de nuestra familia no vieran programas inadecuados en la televisión, sin duda. 
Sin embargo, esto que digo, parece ya añejo. Lamentablemente, la realidad que entra por los sentidos de una mayoría de niños (el input intelectual) es la de los videojuegos y por consiguiente, la de los youtubers y de la imposición, casi siempre perversa, de los megadatos. 
Aparentemente inmóviles, cada día un gran estrés se apodera de los niños de nuestro tiempo. La angustia de ser perseguido, atacado y muerto, o de dar muerte, no es ficticia desgraciadamente. Esa vivencia angustiosa del videojuego es real en su química corporal. Así lo dejan ver los gritos desquiciados, los berrinches, las palabras malsonantes (muy malsonantes) o el enaltecimiento de los ojos rotos por tranmisiones de 24 horas de juego en directo que emiten sin ningún pudor los youtubers, líderes del caos.
Son millonarios en euros y  en suscriptores, salen en anuncios y programas de televisión y, por si fuera poco, venden libros. El contenido de los libros no es diferente y, por supuesto, nadie lo clasifica como inadecuado para niños: obscenidades, palabrotas, consejos muy lejos de cualquier ética (cómo podría ser de otra forma?) Todo esto frente a la mirada paciente e incrédula de los padres que van dejando, poco a poco, a sus hijos en las viles manos de esos señores youtubers y creadores de videojuegos, especialistas, eso sí, del caos y del desastre.
 





jueves, 13 de mayo de 2021

GIRO 37 EL HORIZONTE


Hoy,
no hoy,
ahora mismo,
he sabido que puedo mirar fijamente a la nada.
No a la nada,
a la blanca puerta,
muy fijamente.

Miraba el horizonte,
a mi tan cercana puerta,
tan absurdamente blanca,
como si quisiera engañarme a mí,
que soy el rey consorte,
de ser el que la paga.

Dos cervezas me bastaron,
no dos, cuatro grandes vasos,
para ver la realidad menos cruel,
no cruel,
más bien amable.

Mañana,
la blanca puerta volverá a perderse
en la estrechez de quien la abre.
Y más allá,
mucho más allá,
la realidad del borracho,
deslumbrante horizonte de la puerta,
mirará muy lejos
buscando atentamente
nada.





martes, 13 de abril de 2021

GIRO 36. LA VIDA REAL

 En estos tiempos todos podemos pasar a la historia. Se podria decir que con cada post o con nuestras apariciones en zoom así lo pretendemos. Es muy difícil no caer en la tentación de promover en las redes sociales lo que hemos hecho más o menos bien o que pueda hacernos parecer interesantes. El mundo virtual que nos vamos formando, puede llegar a ser muy bonito, pero no deja de ser una ficción, un juego en el que participamos alegres. Sin embargo, la realidad existe y suele ser inoportuna. El descubrimiento de los plagios de Enrique Bunbury, así como los de Bryce Echenique o Sealtiel Alatriste, en su tiempo, son en ejemplo de la inoportuna realidad en el juego obnubilador del mundo cibernético. 

Yo sé de libros con plagios evidentes que, bajo el pretexto romántico de que la poesía es una y los poetas son vasos comunicantes, se publican, se presentan y se aplauden sin ningun pudor. Sé de sinvergüenzas que roban proyectos, los engullen hambrientos y los venden luego como propios, y sé de los que se los compran a sabiendas del delito, complices del atropello.

Al final, apagado el teléfono, cerrada la sesión, la historia es una, escrita por los hechos, por  las personas que te aman, por  las heridas que has causado y también por tus delitos. Así que, cuidado, porque la realidad puede irrumpir sin avisar en (citando un título de Jodorowski) el juego que todos jugamos.


miércoles, 4 de noviembre de 2020

GIRO 35 USO DE LA “E” EN EL LENGUAJE INCLUSIVO

 

Les golpeadores

les acosadores

les maltratadores

les manipuladores

les secuestradores

les torturadores

les ladrones

les perseguidores

les asaltantes

les delincuentes

les calumniadores

les destrozadores

les masacradores

les degolladores

les indolentes

les traidores

les invasores

les violadores...



martes, 27 de octubre de 2020

GIRO 34 CONCLUSIONES


Parecen muy a gusto con sus creencias, con sus actos, sus juicios y sus reclamaciones. Yo también tengo mis conclusiones, pero no me gustan para nada, me parecen feas, desaliñadas, de mala calidad... Tal vez por eso camino agachado, como si buscara algo que se me ha perdido, y no dando saltitos de alegría con las puntas de los pies o tan tranquilo y con la frente en alto como si ya supiera el meollo de la existencia del universo.



miércoles, 17 de junio de 2020

GIRO 33 EL COVID EN MÉXICO



Nos alcanzó el “que tanto es tantito”, el “a la viva México”, el “al ahí se va”, el “peor es nada”, el “tú éntrale y ya después vemos”, el “pero me entendiste, ¿no?” y todas nuestras frases posibles para no hacer cabalmente algo. Nos jactamos de nuestros remiendos, de nuestros aparentes ahorros, del ingenio del mexicano que con un cablecito, una corcholata o cualquier artilugio que iba para la basura mantiene encendida la luz, tapa una gotera o echa a andar un aparato. “Es que somos bien chingones”, “¡Viva México, cabrones!”.
España, para no ir más lejos, cerró escuelas y centros de trabajo. Desde el 14 de marzo inició el estado de alarma y todos obligatoriamente a quedarse en casa: todos confinados. Al que se sorprendía andando por la calle sin justificación alguna, y era muy fácil verlo, le caía una multa de mínimo 600 euros. Los trabajadores entraron en un programa implementado por el gobierno para no ser despedidos y recibir casi todo su salario. Surgió el teletrabajo y los aplausos a los médicos cada tarde. Había gente que no podía dejar de ir a trabajar presencialmente, para ellos se mantuvo, e incluso se duplico, el transporte a las horas pico. La sanidad pública mostró su fortaleza y se mantuvo en pie.
En el confinamiento, en el verdadero confinamiento, se sufrió. Un buen porcentaje de familias lo hizo en apartamentos de menos de 60 metros cuadrados y todos los niños no pisaron la calle sino después de 49 días, cuando el gobierno permitió que salieran en fases horarias.
Luego de más dos meses bajaron los contagiados y los muertos y empezó el desconfinamiento.
En México no es posible hacer un confinamiento obligatorio. Los invito a imaginarse a la policía mexicana actuando frente al incumplido. Lo siento, no hace falta imaginarnos nada después de lo de Jalisco. No existe la infraestructura para obligar, y al mismo tiempo poder ayudar, a la gente a quedarse en su casa. Nos alcanzó el sistema, no solo el político, sino también nuestro sistema personal, el que justifica nuestro terminar a medias o mal hechas las cosas por los siglos de los siglos.
La curva bajó en España porque se pudo mantener a toda la gente en su casa sin importar si creía o no en el coronavirus. En España se pudo asistir económicamente a los que no podían ir a trabajar. En España pudo ser la atención médica la prioridad del gobierno. En México… ah, en México… aplaudo sinceramente a los mexicanos que pese a todos los inconvenientes han hecho la cuarentena y me uno a su sufrimiento y esfuerzo de seguir haciéndola en las semanas que faltan, porque, mientras la gente transite en las calles y en los supermercados como si nada pasara, seguirá en México la epidemia del Covid-19. Y me compadezco sinceramente de los que no la han hecho por el aluvión de desaciertos que nos han llevado a ser ignorantes y además jactarnos de ello. Pero es que “como México no hay dos”.



martes, 26 de mayo de 2020

GIRO 32 EL ANUNCIO DE JESÚS




Una constante de la vida de Jesús es la oposición a lo que se tiene como socialmente valioso. Juan el Bautista, quien le preparaba el camino, era un andrajoso que vestía con pieles de animales. Su vestimenta hacía notar que su mensaje no cuadraba con lo socialmente aceptado y establecido, sino que tenía como centro algo muy distinto.
        Jesús y sus discípulos constantemente escandalizaban a la gente, y no se diga a los sacerdotes, con su comportamiento, tan suyo, tan desatento al reconocimiento social.

      El enemigo a vencer es lo que se conoce como la posición. La posición conlleva renombre, posesión, abolengo, conocimiento, etc. La posición es, obviamente, una diferenciación, mejor dicho una búsqueda de diferenciación; aún más, una búsqueda consciente de la diferenciación. Esa es la trampa.

       Jesús era rabí, maestro, para sus discípulos, pero nada le impidió acercarse y convivir con los despreciados, hacerse uno más entre la multitud, incluso llegar a ser el más humillado. Jesús estaba muy lejos de pretender alcanzar una posición dentro de la estructura social. Obviamente, su insistencia en la semejanza, en la cercanía con sus discípulos, en la idea del prójimo, en la hermandad… lo hizo diferente, pero con el objetivo de contagiarnos de la libertad humana de poder ser amigos de todos.

        El enemigo, o la trampa, es decir, la posición, o sea, la búsqueda consciente de la diferenciación social, nos impide brindarle la mano a quien lo necesita y peor aún, al que podemos ayudar sin mucho esfuerzo. Recuerdo el día en el que mi coche, a causa de la lluvia, patinó, se subió a una banqueta y chocó contra un árbol. La rueda estaba trabada y yo aturdido. Pero, una persona (no la del coche que venía detrás de mí, por cierto) bajó de su camioneta, se echó al suelo y destrabó la rueda con la fuerza de sus manos. El volante volvió a funcionar y yo pude regresar a casa. Aquella persona se mojó, se ensució y perdió su tiempo en su afán de ayudar a un desconocido. Qué gran tipo, y qué gran enseñanza me dejó.

             ¿Qué nos impide dar este tipo de ayuda?

         En estos días, se suele ver a los sacerdotes católicos dando consejos como una manera de cumplir su función sacerdotal en el confinamiento, pero he observado que todos ellos hablan desde su posición, con su alza cuello, con sus blancos o dorados vestidos, desde la diferenciación social de ser los elegidos, los pastores (acaso líderes) del rebaño. Desde esa posición socialmente venerada, o por lo menos así les gustaría, sus palabras me suenan huecas. Y me pregunto si alguna de esas voces impostadas me hubiera ayudado aquel día bajo la lluvia. A mí me gustaría conocer sacerdotes que se arriesgaran a no parecer sacerdotes, que no tengan miedo de que no los veneren. Qué lujo sería descubrir que ese vecino, sin ninguna traba para ayudar a los amigos, es además un sacerdote. 
           El anuncio que se haga de Jesús debe dejar en claro que no cuadra con la posición social, sino que tiene como centro algo muy distinto que no es de este mundo. 



miércoles, 11 de abril de 2018

GIRO 31 LA MALA COSTUMBRE DE NO CONTESTAR




A veces ya no recibimos noticias de alguien. Después del último mensaje enviado a quien nos declaraba su cariñosa amistad, a quien hemos hecho alguna pregunta relacionada con nuestras necesidades y anhelos o a quien nos ha prometido algo, nos damos cuenta, al cabo de un buen tiempo, que ha hecho mutis, que ha desaparecido como desaparecen las hojas de los árboles, con la diferencia de que no regresan más en ninguna primavera.

A mí me ha pasado que una amistad me invitó a publicar un artículo en un libro colectivo. Lo escribí con esfuerzo y dedicación, lo envié, me dijo que estaba perfecto y al final no tuve más noticias, pese a pedirlas por correo. Creo que yo tenía todo el derecho de saber si al final se había publicado o no mi trabajo. No me quedó más remedio que buscar en Internet y ver que el libro se había publicado, pero sin mi artículo. Tuve una gran desazón por no haber aprovechado mi escrito en otra parte, siendo entonces el año conmemorativo del autor que había estudiado. Desde entonces, hace cuatro años, no he recibido ningún tipo de mensaje de esa persona.

También me tocó esperar desde el lado contrario, coordiné un libro y me quedé esperando la respuesta de participación de muchos, conocidos todos, y de otros tantos que prometieron con entusiasmo enviarme un artículo. Esperé extendiendo largamente el tiempo de publicación, pero nada: ni artículo ni disculpa. Luego, como si hubiera desaparecido esa circunstancia del mapa de nuestras vidas, siguieron saludándome tan tranquilos preguntándome si estaba yo bien.

En otra ocasión, le pregunté a otra persona, colega, sobre la posibilidad de publicar en su editorial. No contestó. Pasaron los años y volvió a entablar plática conmigo vía electrónica. Esa vez no quise hacer como si mi petición nunca hubiera existido y volví al tema: “Te acuerdas que alguna vez te pregunté por la posibilidad etc., etc.” Volvió a salirse por la tangente. “¿Ahora en dónde trabajas, Octavio?”, me preguntó y siguió con otros temas.

Como estos casos, puedo citar otros ejemplos más o menos indignantes que prefiero no recordar.
Al cabo de los años, afortunadamente, la aprehensión por resolver cuanto antes todo lo que no entiendo ha aminorado significativamente y se ha ido convirtiendo en una especie de respeto a la forma de ser de los demás. Así procedo, respetando el silencio, o la ausencia, y tratando de dejar intacta la amistad. Espero, aunque sé que la otra persona ya no piensa aparecer y sigo respaldando a algunos, aunque no quieran ya nada de mí.

No he descartado la posibilidad de que haya hecho mis peticiones de forma inadecuada. Me acerco bastante a las características del Asperger. A veces me retraigo, o soy demasiado formal o entro en confianza amistosa con quien no debo; también suelo ser muy malo leyendo entre líneas los mensajes de las personas. Quizá por eso suelo pedir frases explícitas sobre el significado de algún gesto, mirada, mueca, chiste, ironía o silencio que me permitan saber a ciencia cierta lo que me quiere decir alguien. Muchas veces me he quedado sin entender que me rechazaban rotundamente o que me invitaban a compartir un acto maravilloso. No obstante, tengo el recato de no exigirle nada a nadie, ni siquiera una respuesta.

Aunque ya considero una costumbre generalizada en México, desde luego deleznable, el silencio prolongado de quien nos debería responder prontamente con un sí o un no –como si el tiempo o algo mágico lo pudiera responder de verdad–, todavía me resisto a pensar en términos de “así son los mexicanos”. Como sea, creo que cualquier persona que valore su tiempo y su trabajo debería sentirse indignada ante ese tipo de mal-trato.

La mala costumbre de no contestar me parece, además de una falta de carácter, una falta de buena educación. Y ya ni hablar de los que te dicen sí (sí voy, sí lo hago, sí te quiero y todos los posibles síes) cuando mentalmente están convencidos de que no. ¡Cobardes! Éstos pueden tenerte atento a su pequeñez por toda tu vida, se creen vampiros, pero son unos pobres infelices que no saben como andar por la tierra con méritos propios.

Nuevamente, el destino me pone frente a la espera de una respuesta. No tengo ningún problema con las negativas. Considero que hay que irse trabajando paso a paso lo que uno quiere, pero no entiendo por qué la gente se compromete con alguien para luego desaparecer. Nunca he estado frente al teléfono o frente la computadora esperando una respuesta, simplemente, al cabo de un tiempo, caigo en la cuenta de que eso que tenía que pasar en el transcurrir de una negociación, no ha pasado. Pero el tiempo a los irrespetuosos les parece nada, sobre todo el tiempo de los demás; nada valen para ellos cuatro años, tiempo en el que se puede estudiar una carrera que perfilará toda tu vida o te haces veterano en un trabajo, ni los tres en los que puedes estudiar un doctorado, ni los dos de una maestría, ni uno en el que nace un bebé y lo sacas a pasear en su carriola, ni mucho menos seis meses en los que escribes dos artículos estresadamente. Pueden pasar esos años sin que el irrespetuoso pueda dar una sencilla respuesta.

Qué fácil es decir desde el principio, “señor, mire usted, no se puede”, o, “amigo, al final no entra tu artículo en este libro”, o “colega, tus poemas no entran en el perfil de mi editorial” o “cuate, no mandaré ninguna propuesta”, pero no son capaces.

Afortunadamente, la esperanza existe: hay gente que sí contesta. Contrario a lo que se puede pensar, siempre que he recurrido a una persona de grandes méritos, muchas de ellas reconocidas internacionalmente, he obtenido una respuesta. Me han dado respuestas negativas o afirmativas, de unas cuantas líneas o de larga extensión, e incluso algunas muy entrañables; pero todas comparten una gran característica, ¡suprema! (en algunos ámbitos más bien normal): han sido respuestas más o menos inmediatas, según las circunstancias. Las personas correctas existen, y las tendré siempre en alta estima, te dicen frente a frente lo que piensan y te responden las preguntas ahorrándote escritos como éste en los que uno busca el tiempo perdido de la inútil espera.


martes, 3 de abril de 2018

GIRO 30 VANGUARDIA

         La vanguardia está condenada a ser el pasado, nunca el futuro a perseguir; 
un pasado excéntrico, si se quiere, pero agotado desde el justo momento de su descubrimiento. 


Imagen relacionada



















Foto: Poema de José Juan Tablada



martes, 27 de marzo de 2018

GIRO 29 SANTO


Quería convencernos de que era un santo; la generosidad, la bondad y la sensibilidad personificadas. Y había que seguirle el juego, porque si no, te destruía sin piedad, en nombre de la defensa de los débiles.



lunes, 12 de marzo de 2018

GIRO 28 REALIDAD

                  Sufro la peor de las ensoñaciones: 
                                       
                                    creer que miro la realidad con una objetividad irrefutable.






miércoles, 7 de marzo de 2018

GIRO27 8M


Cada 8 de marzo leo y escucho muy variadas felicitaciones a la mujer. Muchas de ellas emitidas por hombres y seguramente con buenas pretensiones feministas.
He podido observar que dichas felicitaciones, en principio a favor de la mujer, son al fin y al cabo estereotipaciones o, atendiendo a las frases más innovadoras, propuestas de estereotipación.
Los escritos religiosos evidentemente estereotipan a la mujer, muchas veces menospreciándola, pero de la misma forma lo pueden hacer los discursos de los antirreligiosos. 
La mujer es “la armonía de la familia”, ha dicho el Papa, vale, pero también puedo no serlo, incluso puede ser todo lo contrario, y no por eso debe ser una mujer juzgada con el dedo de los “armoniosos” como una mujer que no es mujer o que no está cumpliendo con lo que debe ser. “La hizo Dios para ser madre”, bien, pero si no es madre sigue siendo mujer y todos deberíamos estar convencidos de ello, es simple ¿o no? “La mujer es el motor del mundo”, y si no lo es, ¿cuál es el problema? “La mujer es el ser que decide la felicidad o la tristeza del hombre”, ante esta frase, o ante otras que la ponen en el centro del hogar, como la administradora, la educadora, el sostén, la paz, etc., se debe aceptar irreductiblemente la idea de lo contrario, sin que por ello haya el más mínimo dejo de problema o menosprecio para las mujeres que no son el centro del hogar, que no lo administran, que no son las educadoras, que no son el sostén de la paz, etc. 
Las mujeres son personas en desventaja social, son personas maltratadas, ultrajadas, asesinadas y esta desigualdad es un problema de todos, que hemos de superar haciendo leyes justas.
La idea de que la mujer es o deber ser un cúmulo de virtudes es una trampa que debemos superar cuanto antes para poder avanzar. La mujer merece la igualdad social, que se legisle a su favor y su absoluta protección aunque no cumpla, ni siquiera lejanamente, los requisitos que le imponen las alabanzas que se le dan cada 8 de marzo.

viernes, 2 de febrero de 2018

GIRO 26 PRESENTE

Vivo en tres lugares. Hasta hace muy poco tiempo me había dicho lo contrario: que en realidad no vivo en ninguna parte, que soy un eterno exiliado, que ni de aquí ni de allá, o, como dicen algunos, que vivo en una maleta. En este preciso momento, sin embargo, me gusta admitir que vivo al mismo tiempo en tres lugares distintos y lejanos. En cada uno de ellos, me esperan, me despiden, me disfrutan o me soportan mis más cercanos amigos y familiares. Están aquí, ahí y allá mis libros con mis anotaciones, mis poemitas perdidos en hojas sueltas, mis cuadernos, mis diplomas, mi ropa nunca olvidada y mis fotografías.
           Cada sitio, por supuesto, busca echarme sus celosas amarras, el encantamiento de sus virtudes o la revelación profana de sus calamidades, pero, lejos de sucumbir a las márgenes absolutas, lejos de la jactancia o el lamento domocéntricos, rompo la cuarta pared de las representaciones abominables y cruzo de un lado a otro con una sencilla y humilde realidad en la mano: vivo en tres lugares distintos y lejanos.
           Descifro los retablos de oro y las grandes ramas de la selva, me miran las grotescas gárgolas y las colinas con sus infantiles tejados, me disperso en la montaña nevada, en los castillos y en la urbe aglomerada por igual y siempre al mismo tiempo.


miércoles, 17 de enero de 2018

GIRO 24 PROMOCIÓN DE LA LECTURA

Los lectores, los verdaderos lectores, esos que nunca se cansan de leer y piden más, aunque les ardan los ojos, que hablan de los libros ya leídos como unos locos mirando al vacío y haciendo figuras con las manos, esos lectores saben muy bien que los poemas, los cuentos o las novelas no sirven para casi nada.

jueves, 30 de enero de 2014

GIRO 22 LAS FOTOS EN EL FUTURO

Me arrepiento de haberme juzgado viejo en aquellas fotos remotas, cuando más bien lucía hermoso, fuerte y decidido. Ahora, al cabo del tiempo, lo sé. Pero, de todos modos, vuelvo a juzgarme malamente en mis fotos actuales.
Me espanta el futuro consolador que convertirá rozagante, sabio y vigoroso a este pasado en el que vivo. 
Mi gran deseo sería poder decir “qué jodido estaba”, “mira qué mal me veía”, “estaba gordo”, “qué viejo”. Pero eso sería hacer del desenlace el principio, irse alejando de la tumba conforme pasan las noches o hacer del presente una profecía que nunca se cumple.





lunes, 25 de noviembre de 2013

GIRO 21 INTROVERSIÓN

Se guardó tanto de no decir sus pensamientos y de pronto descubrió que el mundo los decía como genialidades. De fuente del saber pasó a sucedáneo, de sabio a discípulo, de mago a aprendiz, de jefe a empleado, de original a copia... Así es el silencio traidor.




martes, 9 de abril de 2013

GIRO 20 LEER

Leí todo cuanto estuvo en mis manos; obedecí a los que me dijeron vive y casi todos los términos los he cumplido. Tan grande es ya mi pasado que los libros empiezan a dolerme, avientan groseramente a mi alma. ¡Infames! Que lea quien tiene sitio vacío, el insatisfecho, el perdido; yo avanzaré con pueriles y futiles pasos hasta sentir nuevamente que todo me hace falta.
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viernes, 22 de febrero de 2013